El Museo del Tesoro de la basílica de San Juan de Letrán fue inaugurado por san Juan Pablo II en 1984. Ofrece a la vista de los visitantes una larga serie de paramentos litúrgicos de varios tipos, relicarios y objetos significativos en la historia centenaria de la basílica. Caminar por el Museo del Tesoro permite conocer obras que abarcan un periodo de tiempo que va desde la Edad Media hasta nuestros días.
En las vitrinas del museo se pueden admirar las cadenas de san Juan Evangelista, con las que el santo estuvo encadenado desde Éfeso hasta Roma; o las reliquias de las santas Elena, Cecilia, Bárbara, Catalina de Siena y María Egipcíaca; y de los santos Juan Bautista y Francisco de Asís, además de otros. Entre las maravillas del museo, se encuentra la capa pluvial que, según la tradición, llevó el Papa Bonifacio VIII en el momento de la proclamación del primer Jubileo de la historia, en el año 1300. Otro de los elementos más significativos de este museo es la Cruz Lateranense, llamada también Cruz Constantiniana, famosa por su profundo mensaje teológico.
Se exponen también numerosos regalos hechos por los presidentes de Francia a partir de Charles de Gaulle, ya que son protocanónigos honorarios de la basílica lateranense. Otra pieza importante es el ostensorio lateranense, de 1830, encargado por el capítulo de la basílica para sustituir y recodar un antiguo ostensorio destruido por las tropas napoleónicas a finales del s. XVIII.
De especial interés es la vitrina dedicada al Jubileo, en la que se exponen algunos de los instrumentos usados para la apertura de la Puerta Santa de la basílica. Además, se muestran algunos ladrillos de diversos periodos de la Puerta Santa. Entre los documentos, pueden verse la Bula de Convocación del gran Jubileo del año 2000, firmada por san Juan Pablo II, y la Bula de Convocación del Concilio Ecuménico Vaticano II, firmada por el Papa san Juan XXIII.
Finalmente, se puede admirar el Tapiz Lateranense, realizado en Roma por encargo del cardenal Chigi en 1620. En él destacan aquellos a quienes está dedicada la basílica lateranense: el Santísimo Salvador y los santos Juan Bautista y Juan Evangelista. Estas tres figuras envuelven enteramente el complejo de Letrán, que se muestra tal y como aparecía hasta finales del s. XIX.